¿Tus hijos no quieren desayunar? Eso es porque no les has dado su vaso de leche en esta monada de taza. Cuando esta vacía, en su exterior solo se ven los ojos de los animales del bosque, pero cuando la rellenas con bebida caliente, se hace de día y comienzan a aparecer los animalitos que habían permanecido escondidos en la oscuridad fría de la noche del bosque. Seguro que después de haberla utilizado una sola vez, son tus hijos los que te piden el desayuno.
También es un regalo muy útil y adorable para un amigo/a al que no sepas que regalar.