Este vaso tiene dos funciones: una es la de un vaso convencional para enjuagar la boca tras limpiarte los dientes, y al darle la vuelta, se convierte en un soporte para tu cepillo de dientes.
La forma contorneada impide que el borde del vaso entre en contacto con la superficie y así permite fluir el aire y evitar las manchas en el interior. Ahora cualquiera de tus invitados puede ir al cuarto de baño y verán lo elegante y limpio que eres.